GoMag (ES)
“Everything’s Gone Grey.” El titulo del tema que abre Northern parece dejar claro, desde el primer zumbido digital, que la neuva entrega de Taylor Deupree es un disco adusto e introspectivo. Y Algo de cierto hay en ello: buscando un lugar mas apropiado para su hijo enfermo, y que ademas le permitiera disponer de un mayor espacio para su propio estudio, Deupree cambiĆ³ el ano pasado los paisajes urbanos de Brooklyn por una casa en el norte del estado de Nueva York, en intimo contacto con la naturaleza. Y lo que en principio iba a ser un sencillo cambio de aires, termino convirtiendose en el hilo conductor de este disco que nos ocupa, cuyo titulo hace refrencia a la manera en la que se deja sentir el invierno (la estacion en la que el disco fue concebido y grabado) en los nuevos dominios del dueno de 12k: esa sensacion borrosa e irreal, esa textura neblinosa y gris que parece transmitir un frio glacial, y que tan bien queda reflejada en la portada del disco, un fotografia tomada por el propio Deupree desde la ventana de su estudio. Asi que todo se estaba volviendo gris, como deciamos al principio, y nuestro hombre decidio traducir esos tonos palidos a sonidos. Para ello, y como ya hizo en January (04, su ultima entrega en solitario), recurrio a elementos suaves y sutiles: texturas volatiles, tempos al borde mismo del colapso, cambios apenas perceptibles, loops perdidos en la distancia y ritmos que se disuelven en el interior de formanciones melodicas. Ademas, y como venia sucediendo en sus discos recientes (el ya citado January, basado en sus experiencias durante una gira por Japon, o sus grabaciones en directo con Christopher Willits, sobre todo el exquisito Mujo), Northern introduce los adjetivos “nostalgico” y “telurico” dentro del abstractor vocabulario del ya ex-neoyorquino, y no solo por el uso extensivo de instrumentos “reales”, sino tambient por la incorporacion de numerosas grabaciones de campo a la mezcla. Material altamente procesado, pero que sigue transmitiendo sus calidas propiedades desde el interior de unos temas que se contruyen de manera paciente y sosegada, acumulando capas y sonidos sin prisas, estirando el eco de la atmosferas hasta que, de repente, todo se transforma en un magma luminoso y quebradizo. Una formula que puede parecer sencilla, pero que nadie maneja como Taylor Deupree. Un Taylor Deupree en estado de gracia, que acaba de entregar el que quizas sea mejor disco de su carrera. Una absoluta obra maestra. -Vidal Romero