Go Mag (ES)
Epílogo a A static place, su estupendo disco del año pasado, la larga pista que contiene Coda „for wk utiliza dos viejos gramófonos manipulados, en los que están pinchadas (sí señor) las sonatas para piano de Beethoven, en versión disco de 78 revoluciones, como fuente de sonido para un proceso “autogenerativo”. Lo que en cristiano viene a significar que Mathieu descarna y ralentiza el material original, lo tamiza y lo sumerge en una cámara de ecos, hasta dar forma a una pieza de ambient espectral, que evoluciona a muy baja velocidad, atrapando al oyente en una telaraña de nostalgia y melancolía. La única pena es que se detenga a los veinte minutos: algo tan hermoso debería durar horas.